Reflexión del evangelio del día de hoy, lunes 17 de julio 2023
En este artículo te dejamos la reflexión del evangelio del día de hoy, lunes 17 de julio 2023, en el que Cristo nos invita a priorizar nuestra relación con Dios sobre cualquier otra lealtad, y a reconocer y apoyar a aquellos que viven de acuerdo con los valores del Reino de Dios.
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Evangelio de hoy, lunes 17 de julio 2023
Lectura del santo evangelio, según san Mateo 10, 34–11, 1
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles:
"No piensen que he venido a traer la paz a la tierra; no he venido a traer la paz, sino la guerra. He venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los enemigos de cada uno serán los de su propia familia.
El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por mí, la salvará.
Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.
El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta. El que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa''.
Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús partió de ahí para enseñar y predicar en otras ciudades.
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Reflexión del evangelio del día de hoy, 17 de julio
En la reflexión del evangelio del día de hoy, 17 de julio 2023, Jesús habla sobre la naturaleza de su misión en la Tierra y cómo su mensaje puede generar división incluso en el núcleo de las relaciones humanas más cercanas, como entre padres e hijos. Él dice: "No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada" (Mateo 10:34).
A primera vista, estas palabras pueden parecer contradictorias con la imagen que tenemos de Jesús como el Príncipe de la Paz. Sin embargo, Jesús está hablando aquí sobre la realidad de las consecuencias que su mensaje puede tener en un mundo lleno de conflictos y oposición.
La "espada" a la que se refiere Jesús no es literalmente una arma física. Se trata de una metáfora que representa el conflicto y la división que su mensaje puede causar. El evangelio de Jesús desafía las estructuras de pecado y las creencias arraigadas que están en oposición a los valores del Reino de Dios. Al abrazar y vivir el mensaje de Jesús, muchas veces nos encontraremos en desacuerdo con el mundo que nos rodea y con aquellos que no comparten nuestra fe. Esto puede llevar a tensiones, malentendidos e incluso separaciones en las relaciones personales.
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Sin embargo, Jesús también nos anima a no tener miedo y a seguir adelante con valentía y determinación. Él nos dice: "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí" (Mateo 10:37). Esto no significa que debamos dejar de amar o valorar a nuestras familias, sino que nuestro amor y compromiso con Dios deben ser supremos. Seguir a Jesús implica tomar decisiones difíciles a veces. Pero al hacerlo, encontraremos un sentido más profundo de propósito y una relación transformadora con nuestro Creador.
Además, Jesús enfatiza la importancia de reconocer y apoyar a aquellos que son portadores de la verdad y viven de acuerdo con los valores del Reino de Dios. Al hacerlo, también nos abrimos a recibir bendiciones y recompensas en nuestra propia vida.
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