Reflexión del evangelio del día de hoy, lunes 3 de julio 2023
hace 1 año
Esta es la reflexión del evangelio del día de hoy, lunes 3 de julio, mediante la que se nos enseña sobre lo importante que es la fe.
CLIC AQUÍ: Este es el evangelio de hoy, sábado 1 de julio 2023
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 24-29
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Reflexión del evangelio de hoy, lunes 3 de julio 2023
En el evangelio de hoy, lunes 3 de julio, podemos ver la importancia de la fe y la incredulidad en la vida de un creyente. Cuando los discípulos le dijeron a Tomás que habían visto al Señor, él expresó su incredulidad y dijo que solo creería si veía y tocaba las heridas en las manos de Jesús.
Una semana después, Jesús se apareció nuevamente en el mismo lugar, y esta vez Tomás estaba con ellos. Jesús invitó a Tomás a tocar sus manos y su costado, y en ese momento, Tomás se convenció de la realidad de la resurrección y exclamó: "¡Señor mío y Dios mío!".
Jesús respondió a Tomás diciendo: "Porque me has visto, Tomás, has creído; bienaventurados los que no vieron y creyeron". Con estas palabras, Jesús reconoce la fe de aquellos que creen en él sin necesidad de verlo físicamente.
Esta historia nos enseña varias lecciones importantes. En primer lugar, muestra la comprensión de Jesús hacia nuestras dudas y la importancia de buscar respuestas. Tomás tenía sus dudas, pero Jesús no lo rechazó ni lo abandonó. En cambio, le ofreció pruebas tangibles de su resurrección.
Sin embargo, Jesús también señaló la importancia de la fe. Mientras que Tomás necesitaba ver para creer, Jesús enfatizó la bendición de aquellos que creen sin haber visto físicamente. La fe implica confiar en algo que no se puede ver o tocar, pero que se experimenta de una manera más profunda en el corazón.
Esta historia nos desafía a examinar nuestra propia fe. ¿Confiamos en Jesús aunque no podamos verlo físicamente? ¿Nos aferramos a la verdad de su resurrección incluso cuando las circunstancias parecen desafiarla? La fe verdadera no se basa solo en la evidencia física, sino en una relación personal y en la experiencia del amor y la gracia de Jesús en nuestras vidas.
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